Entre los años 1908 y 1915 el boxeador afroamericano Jack Johnson, “El Gigante de Galveston”, ostentó el título de campeón mundial de boxeo en la categoría de los pesos pesados. Siendo el primer boxeador negro que alcanazara tal notoriedad, tuvo que soportar las envestidas de una sociedad de tutela blanca y con profundo arraigo racista. Su figura inspira a uno de los protagonistas de esta animación, que cuenta además con la presencia del pastor John Deitman, representante de la obsesión racial, el miedo y la violencia. El corto ha cosechado numerosos galardones a lo largo de este año; está elaborado a mano sobre hojas manchadas, siguiendo patrones clásicos de animación del primer Disney y bajo la influencia de la narrativa gótica y los relatos de terror de H. P. Lovecraft. Su director, el islandés Einar Baldvin, materializa en The Pride of Strathmoor una obsesión, la del boxeo, que tiene su principal referente cinematográfico en la película de Martin Scorsese Toro Salvaje, y que el mismo experimentó durante varios años en su propia piel, sumergido en su sórdido mundo por rings de Holanda e Islandia.
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