8/12/10

Radio Nacional de España: Los cantautores, rapsodia crítica de la transición.


El desarrollo económico de las sociedades más opulentas en los años cincuenta trajo consigo determinadas expresiones de una cultura juvenil que, en un vertiginoso desarrollo, estuvieron sujetas a una imparable evolución durante las décadas posteriores. Sin duda alguna la música ocupa un lugar privilegiado en este fenómeno que, de minoritario, llegó a tener un alcance de masas y, con el tiempo, ha acabado en gran medida por ser absorbido por el propio sistema al que en muchos casos pretendía combatir. Mientras en países como Estados Unidos o Gran Bretaña se sucedían movimientos como los de los teddy boys, los rockers, los mods, los beatniks o los hippies, los jóvenes españoles más sediciosos optaban por dar la nota emulando su provocativa estética, u optaban por una actitud claramente combativa aplicándose de forma explícita a la denuncia del sistema. Y es que, a pesar del desarrollo económico, la situación española era distinta y, mientras muchos jóvenes cantaban en inglés contra los horrores de la guerra del Vietnam, la convencionalidad burguesa, la prohibición de las drogas o la represión sexual, los de aquí vivían aún bajo el dominio de un régimen surgido de la guerra civil caracterizado por el tradicionalismo inmovilista y la ausencia de libertades políticas. Una cierta apertura internacional permitió el apogeo de una corriente musical de cantautores caracterizada por la preocupación social que fue en gran medida protagonista e impulsora de la confianza y la apuesta por el cambio político y el destierro casi definitivo del miedo a los fantasmas de la guerra. Con la influencia del folk contestatario, los sonidos de la canción francesa o la canción protesta latinoamericana; con rotundidad desde el exilio o con las expresiones medidas en el interior, los cantautores llevaron a cabo un movimiento musical que dio vida al folclore autóctono y sacó a la luz la pluralidad cultural y lingüística española. Con afinados textos, muchos de ellos extraídos de la poesía proscrita por el régimen, los cantautores elaboraron una música por lo general parca en instrumentación en la que prevalecía el mensaje y la emotividad de la melodía vocal. Y aunque su contribución a la creación de un clima de confianza e ilusión por el cambio fue innegable, la propia transición y consolidación democrática condujo de alguna forma a su progresivo olvido. La rivalidad hippie / punk anglosajona tuvo aquí su particular traducción en los ochenta en los recelos entre unos progres politizados y unos modernos que rechazaban las peroratas doctrinarias y, logradas las libertades, optaban por la prevalencia de la estética sin condicionamientos políticos, la música con fundamento rítmico y el derecho a la diversión sin explicaciones. Su reconocimiento oficial y el apoyo dado a algunos de estos cantautores por los medios públicos contribuyó a la pérdida del halo de rebeldía que los caracterizó en un principio. Pero el tiempo vuelve a poner las cosas en su sitio. El programa elaborado por Juan Carlos Soriano en Radio Nacional cuenta con una amplia documentación y el empleo de numerosas grabaciones en las que los propios protagonistas hablan de su música y sus proyectos. Entre ellos: Joan Manuel Serrat, Raimon, Lluis Llach, Paco Ibáñez, Luis Eduardo Aute, Pablo Guerrero, Joaquín Carbonell, Jarcha, Mikel Laboa y José Antonio Labordeta.

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