BBC Archive: 1959, la búsqueda del audiófilo por el sonido perfecto.

Una persona que en 1959 hubiese cumplido 30 años hoy tendría 96. Aunque la década anterior a los años 60 pueda parecernos arcaica, lo cierto es que en esa época ya se perfilaban los elementos que han dado forma a un modelo de cultura popular y de consumo que llega hasta nuestros días. El rock and roll ya vivía un momento álgido con figuras como Elvis Presley, Chuck Berry, Buddy Holly y Little Richard. Por otro lado, la música clásica se revolucionaba con esquemas experimentales y pioneros de la electrónica, como Karlheinz Stockhausen.

Paralelamente, géneros como el blues, el rhythm and blues, la música latina y el flamenco se consolidaban, en este caso con una expansión protagonizada por personajes como Antonio Mairena, Fosforito o Fernanda y Bernarda de Utrera, mientras que el pop se sofisticaba con referentes como Frank Sinatra y Nat King Cole. Géneros tan preciados por su buena acústica, como el jazz, vivían su edad dorada con álbumes fundamentales como Kind of Blue (Miles Davis), The Shape of Jazz to Come (Ornette Coleman) o Time Out (The Dave Brubeck Quartet), todos ellos publicados precisamente en 1959.

La música orquestal ligera alcanzaba altos niveles de popularidad con nombres como Percy Faith o, en España, Augusto Algueró. Las grabaciones se multiplicaban y se extendía la fiebre por el vinilo. En los países con mayor desarrollo económico, la alta fidelidad se convertía en una realidad y surgía la figura del audiófilo, obsesionado con la pureza del sonido original en casa. En España, el desarrollo era más lento, aunque ya existían marcas como Vieta, dedicada a la electrónica en el marco de la alta fidelidad doméstica, fundada en Barcelona en 1954.

Este reportaje, emitido por la BBC en abril de 1959, presenta, según su propia descripción, este nuevo fenómeno del audiófilo. Dirigido por John Schlesinger y narrado por Robert Robinson, este filme refleja la pasión insaciable de estos pioneros entusiastas por lograr el mejor sonido posible, con un toque de ironía respecto al extremo perfeccionismo que caracterizaba a estos aficionados ya desde aquellos momentos iniciales de la alta fidelidad.