7/5/25

Vídeo The Wall Street Journal: Live Nation o la monopolización de la música en vivo.

Es uno de los vídeos que el canal de YouTube del periódico norteamericano Wall Street Journal (WSJ) dedica al funcionamiento de empresas innovadoras con éxito comercial. En este caso, se centra en Live Nation Entertainment, una de las mayores compañías de entretenimiento, dedicada a la promoción de conciertos, la gestión de artistas y la operación de recintos. Desde hace diez años, está fusionada con Ticketmaster, la mayor vendedora de entradas del mundo y una marca ampliamente reconocida por quienes asisten a conciertos.

Al unir al mayor promotor de conciertos con el proveedor dominante de venta de entradas, Live Nation Entertainment ha consolidado un modelo de negocio integrado verticalmente, controlando prácticamente todos los aspectos de los eventos en vivo, desde la venta de entradas y la promoción hasta la propiedad de los recintos y la representación de los artistas. Las posibles pérdidas en ciertos conciertos o giras se compensan con ganancias provenientes de la venta de entradas y los patrocinios.

El vídeo destaca algunos aspectos positivos de esta consolidación empresarial, como su capacidad para reinvertir beneficios en grandes giras que otros promotores no podrían costear, el respaldo financiero a los artistas, asegurando fechas y recintos, la mejora en la experiencia del público, con servicios VIP e innovaciones en los conciertos, y la implementación de un sistema de reventa a precio controlado para frenar la especulación con entradas.

Sin embargo, esta fusión ha sido objeto de críticas y demandas por prácticas anticompetitivas, con acusaciones de monopolizar la industria de la música en vivo. Según el vídeo, la alianza entre Live Nation y Ticketmaster ha debilitado significativamente el sector independiente. Se plantea que estas ventajas no pueden ser igualadas por recintos y promotores autónomos, colocándolos en una posición de difícil supervivencia.

Ciertos comentarios de ususarios inciden en la probabilidad de que, como consecuencia de esta centralización del negocio de la música en vivo, miles de salas independientes cierren, no solo en Estados Unidos, sino también en otros países. Así, vuelve a surgir el debate sobre la relación entre los creadores de contenido musical y las empresas gestoras, entre los intereses artísticos y los comerciales, aspectos que afectan tanto a la justa compensación y reconocimiento de autoría, como al control de la audiencia o a la posibilidad de que ciertos artistas o recintos sobrevivan fuera de los sistemas comerciales dominantes.

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