En una semana tan cargada de novedades como esta, no resulta sencillo elegir una muestra de todos los contenidos de interés incorporados para nuestro disfrute musical en la red. Algunos de los discos publicados pertenecen a autores consagrados, son los casos de Bruce Springsteen, The Divine Comedy o el disco de colaboración entre Calexico y Iron & Wine, todos ellos imposible pasar por alto, pero también otros que, siendo de artistas menos conocidos, nos ofrecen un trabajo tan grato que resulta obligado señalar. Así, por ejemplo, el emocionante segundo disco de larga duración de la cantante y compositora de Brooklyn Johanne Swanson, Yohuna, el también segundo trabajo de Mattiel, un disco elaborado en Atlanta a base de temas de rock and roll con punto retro tan inspirados como bien acabados, el debut en este formato de la banda indie californiana Seablite, con un disco redondo de dreampop, o el también debut en solitario de la vocalista y guitarrista de Chastity Belt, Julia Shapiro.
En relación con las actuaciones en directo, una de las grandes bazas de la música en la red, cabe destacar las grabaciones que siguen publicándose en Youtube de conciertos del último Primavera Sound de Barcelona, o las llevadas a cabo por la cadena de Seattle KEXP en suelo mexicano, desde la Panoram Studios y con la limpieza técnica que les caracteriza, transmitiendo actuaciones de Sonido Gallo Negro, The Guadaloops y Celest. Más abajo estos últimos su canción Hasta que el tiempo nos separe.
Y no quiero dejar de reseñar este corto con final musical del cantante de Moratalaz El Coleta. Con su Achili, variante rapera del clásico rumbero pop Achilipú, hace un homenaje por todo lo alto a algunos de los que la interpretaron antes que él, así cita a Tina Muñoz de Las Grecas, Dolores Vargas La Terremoto y Miguel Vargas, Bambino. Se trata de una historia que recrea ese clásico del artista desfasado hasta el punto de no poder subirse al escenario, recuperado en el último instante por medio poco ortodoxos, que experimenta un subidón inesperado y acaba protagonizando una actuación apoteósica. Es un desenlace que, siendo argumentalmente previsible, supera las expectativas por su espectacular puesta en escena.