Desde su Bandcamp podemos oir y descargar seis de las nueve canciones que contiene el disco completo, un disco editado en vinilo con quinientas copias numeradas y serigrafiadas. Una de éstas, Macarroni, puedes escucharla en su página en Myspace; las otras dos, Gaviolas y Patitos, solo las podrás disfrutar de momento en su disco Waiting for the Mascota.
Y a pesar de su sonido, no se trata de una banda de la América profunda, sino de Madrid. Con un instrumentación sencilla a base de guitarra y percusión, la voz templada y masculina de Dorito se combina con la de la chica, Sueco, que sorprende por su timbre juvenil y sus inesperados experimentos vocales. El resultado es un animado cóctel de elementos folk y country con actitud indie, que bien podría ser utilizado como banda sonora de una serie orientada al público adolescente y ambientada en alguna zona rural del sur de los Estados Unidos en los años veinte.
Y a pesar de su sonido, no se trata de una banda de la América profunda, sino de Madrid. Con un instrumentación sencilla a base de guitarra y percusión, la voz templada y masculina de Dorito se combina con la de la chica, Sueco, que sorprende por su timbre juvenil y sus inesperados experimentos vocales. El resultado es un animado cóctel de elementos folk y country con actitud indie, que bien podría ser utilizado como banda sonora de una serie orientada al público adolescente y ambientada en alguna zona rural del sur de los Estados Unidos en los años veinte.