Rick Beato: ¿Cómo es posible que la gente no sepa esto sobre la música pop?

 

La evaluación de una obra musical suele abarcar tanto los aspectos técnicos —composición, estructura, interpretación vocal, técnica instrumental y calidad de producción sonora— como la autoría del artista en el proceso creativo y de grabación, un sello de autenticidad que refuerza dimensiones subjetivas como el contenido lírico, el valor emocional y la relevancia social o innovadora.

En un análisis exhaustivo del exitoso sencillo Manchild de Sabrina Carpenter, el músico y profesor neoyorquino Rick Beato destaca el papel fundamental que desempeñan los compositores y productores profesionales en la consecución de superventas de pop contemporáneo. A menudo, estos méritos se atribuyen casi de forma exclusiva a los intérpretes por razones comerciales. Beato desglosa los créditos y revela la huella de managers y músicos que contribuyen a forjar la imagen de jóvenes estrellas de éxito mundial.

Tras esa aparente trayectoria personal e independiente se oculta un trabajo meticuloso de profesionales del éxito, que intervienen en todas las etapas de creación, incluyendo ámbitos tan íntimos y creativos como la elaboración de la letra y la confección de la melodía.

Cabe, sin embargo, añadir a esta reflexión una pregunta sobre la relevancia social de la percepción de la autenticidad en el proceso creativo, un elemento clave para la apreciación artística de la música.

La cuestión ¿Cómo es posible que la gente no sepa esto sobre la música pop? podría conducirnos a otra más amplia: ¿Qué busca realmente el público en la música pop?.

Es muy posible que la respuesta no incluya la autenticidad como factor determinante, sino que destaque la capacidad del género para un consumo inmediato, la generación de estímulos placenteros y la evasión, parámetros a los que el ejemplo propuesto se atiene sobradamente.

En este escenario habitual, se acepta sin cuestionamiento un sistema de ocio calculado, en el que el artista exhibe una imagen construida por un engranaje comercial que opera en segundo plano, más allá de cualquier análisis profundo de lo que hay detrás.