Todos los jueves por la noche bajan a la disco indie a bailar hasta el amanecer. En la esquina de siempre, en una mesa bajo un poster de Morrisey con un ramo de flores, ellos beben y hablan de cosas divertidas. Pinchan Soft Cell, Depeche Mode; piden su música favorita: los Pixies, The Stone Roses, My Bloody Valentine, Blur, los Cure, The Wannadies... se mueven al compás de la música y, mirándose los pies unos a otros, él se pregunta si le gustará a aquella chica. Su imagen le acompaña en la fría vuelta a casa en autobús mientras tararea su canción favorita. Su recuerdo hace a su corazón latir como en el comienzo de Blue Mondays (Lunes tristes) de New Order... Éste es, más o menos, el argumento de la canción. ¿Euforia indie? Más bien podría percibirse un punto de melancolía y suave sarcasmo en At The Indie Disco, el single con el que se presenta el último disco de la banda originaria de Irlanda del Norte The Divine Comedy, Bang Goes The Knighthood. Tras escuchar esta canción uno se pregunta: ¿Relevará en unos años la música indie a los pasodobles en las fiestas del Inserso?
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